jueves, 25 de mayo de 2017

Perspectiva Queer

Perspectiva Queer 


La perspectiva defendida por Judith Butler, surge como oposición al feminismo radical de Estados Unidos en la década de los sesenta. Se trata de una corriente feminista, cuyo planteamiento principal es la defensa del patriarcado como un sistema de opresión de los hombres sobre las mujeres que funciona de forma autónoma.

Butler, define el "género" como "significados culturales que acepta el cuerpo sexuado". Ella no se centra simplemente en la dimensión cultural del “ser hombre“ y lo “masculino“ o el “ser mujer“ y lo “femenino“ en sí mismos, sino a través de qué medios y con qué fines se realiza esta construcción.

Su crítica a la heterosexualidad cómo régimen de poder y disciplinamiento, ubica a los cuerpos como receptores discursivos que adquieren el género a través de la repetición práctica y constante de unas características concretas. El género para Butler son"actos y gestos, deseos actuados y articulados crean la ilusión del género, una ilusión mantenida discursivamente para regular la sexualidad dentro del marco obligatorio de la heterosexualidad reproductiva".

Para la autora, el cuerpo no existe por fuera de los discursos que le dan forma. El género no es natural, sino performativo. A lo largo de su obra, tratará de responder a la pregunta de por qué solo hay una forma de ser hombre/masculino y de ser mujer/femenino.

En la obra de Judith Butler, el problema de la opresión está íntimamente ligado a la idea identidad universal. No es el capitalismo en sí, no es la relación entre el capitalismo y el patriarcado, sino la propia construcción cultural de “ser hombre“ o “ser mujer“. 





Teorías de Interseccionalidad

Teorías de Interseccionalidad

Las perspectivas de análisis interseccionales tuvieron origen en la articulación de la producción teórica feminista con las demandas y contribuciones de activistas negras, lesbianas y de “tercer mundo”. En los últimos 30 años, esa producción teórica se ha desarrollado y vuelto hacia la reflexión crítica y hacia la intervención política.


La interseccionalidad es una herramienta analítica para estudiar, entender y responder a las maneras en que el género se cruza con otras identidades y cómo estos cruces contribuyen a experiencias únicas de opresión y privilegio. Se trata, por tanto, de una metodología indispensable para el trabajo en los campos del desarrollo y los derechos humanos. Otorga una aproximación situada a la dominación.

 El análisis interseccional tiene como objetivo revelar las variadas identidades, exponer los diferentes tipos de discriminación y desventaja que se dan como consecuencia de la combinación de identidades. Busca abordar las formas en las que el racismo, el patriarcado, la opresión de clase y otros sistemas de discriminación crean desigualdades que estructuran las posiciones relativas de las mujeres. Establece una genealogía de los diversos enfoques.

En su abordaje no busca una opresión a la masculinidad, sino que a la raza y a la clase; busca combatir la forma racionalizada de la domesticidad, una apertura a las diferencias para generar una perspectiva más integradora de la realidad. De esta manera, nos permite leer a las personas en sus múltiples dimensiones a través de las opresiones diversas de poder.

Interseccionalidad: una herramienta para la justicia de género y la justicia económica






Teoría Decolonial

Teoría Decolonial 

El pensamiento decolonial constituye una sorprendente expresión de la teoría crítica contemporánea estrechamente relacionada con las tradiciones de las ciencias sociales y humanidades de América Latina, y como lo han argumentado varios de sus exponentes, es un pensamiento que se articula desde América Latina pero que no se circunscribe a esta.

El proyecto decolonial retoma de manera crítica y establece diálogos constructivos con otros proyectos intelectuales y políticos, constituyendo una novedosa alternativa para reflexionar acerca del sentido de pensar desde la especificidad histórica y política de nuestras sociedades, pero no sólo hacia o sobre ellas.

Por otro lado, se basa en el argumento de que la comprensión del mundo es mucho más amplia que la compresión occidental de este; por eso, la transformación del mundo puede ocurrir por otras vías, modos y métodos impensables para el eurocentrismo. 

De esta manera, retoma y discute con proyectos centrales de la experiencia intelectual latinoamericana; como los debates sobre el colonialismo, la pedagogía de la liberación, la pedagogía crítica, la teoría de la dependencia, entre otras.

La diversidad del mundo es infinita, y para la epistemología del sur, esta diversidad queda desperdiciada, y debido al pensamiento hegemónico ésta permanece invisible. Según la teoría decolonial, esa diversidad puede y debe ser activada, transformada teórica y prácticamente de muchas maneras, no puede ser monopolizada por una teoría general.






Sociología Reflexiva

Sociología Reflexiva

Una sociología reflexiva se ocupa primero y ante todo de lo que los sociólogos quieren hacer en el mundo y de lo que en realidad hacen. Su objetivo es transformar al sociólogo, penetrar profundamente en su vida y su labor diaria, enriquecerlo con nuevas sensibilidades y elevar su conciencia.
En la medida que logre esto, esta sociología es y tendría que ser radical: porque advertiría que no es posible avanzar el conocimiento del mundo si el sociólogo no se conoce a sí mismo, procura no solo conocer el mundo ajeno, sino transformarlo; y no solo el mundo ajeno sino el interno del sociólogo.

La elaboración de una sociología reflexiva exige a los sociólogos que dejen de actuar como si pensaran en términos de sujetos y objetos; es una sociología moral la cual  es impulsada y sus objetivos contienen y promueven ciertos valores.

El objetivo del sociólogo reflexivo no es eliminar su influencia sobre otros, sino conocerla, lo cual exige que adquiera conciencia de sí mismo como conocedor y como agente de cambio; no se puede conocer a otros sin conocerse a sí mismo.

La sociología reflexiva se basa en advertir una paradoja fundamental: la de que aquellos que suministran los mayores recursos para el desarrollo institucional de la sociología son precisamente quienes más deforman su búsqueda de conocimiento.





Interaccionismo Simbólico

Interaccionismo Simbólico

El interaccionismo simbólico nació durante los años veinte en la Universidad de Chicago, a partir de la influencia del pragmatismo, del conductismo y algunas otras influencias. Herbert Blumer fue quien acuñó el término en 1937.
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La teoría más importante y distintiva del interaccionismo simbólico es la de George Mead, quien analiza principalmente el mundo social, o sea, la conciencia, la mente, y lo que él denomina como self, el cual constituye en sí, la capacidad de las personas de ponerse en el lugar de otros con el fin de verse a sí mismos como los ven lo otros. La unidad básica de su teoría es el acto, el cual según Mead implica al menos dos actores y el mecanismo primordial del acto: el gesto.

El acto posee cuatro fases que son: el impulso, la percepción, la manipulación y la consumación. 
Mead analiza diversos procesos mentales que forman el proceso social general, en donde hace énfasis en términos como la inteligencia reflexiva, la conciencia, las imágenes mentales, y de manera más general, de la mente.

Los principios básicos del interaccionismo simbólico son:

  • A diferencia de los animales inferiores, los seres humanos están dotados de capacidad de pensamiento.
  • La capacidad de pensamiento está modelada por la interacción social.
  • En la interacción social las personas aprenden los significados y los símbolos que les permiten ejercer la capacidad de pensamiento.
  • Los significados y los símbolos permiten a las personas actuar e interactuar de una manera distintivamente humana.
  • Las personas son capaces de modificar los significados y los símbolos que usan en la acción y la interacción sobre la base de su interpretación de la situación.
  • Las personas son capaces de introducir estas modificaciones debido a su capacidad de interactuar consigo mismas, lo que les permite examinar los posibles cursos de la acción.
  • Las pautas entretejidas de acción e interacción constituyen los grupos y las sociedades.

Se puede decir que el interaccionismo simbólico se basa en la comprensión de la sociedad a través de la comunicación, donde el significado de las conductas se forman en la interacción social, y el cual pone énfasis en la importancia del significado e interpretación de los procesos humanos, y en el conjunto común de símbolos que han emergido, para darle sentido a las interacciones de las personas.